En el Centro Producción del Espacio hemos iniciado una discusión sobre gobernanza urbana, desigualdad y vida urbana desde un enfoque sustentable de miras al cambio climático. Esta discusión fue acelerada por la pandemia del nuevo coronavirus, donde el modelo de concentración de bienes y servicios del área metropolitana de Santiago hizo crisis, siendo uno de los principales factores de contagio esta forma urbana cuyo origen está en la espacialmente injusta ley de oferta y demanda.
La publicación íntegra y de libre acceso se puede encontrar en este vínculo de la prestigiosa revista Land, de Suiza: https://www.mdpi.com/2073-445X/9/10/362/htm
En el estudio, identificamos 28 funciones urbanas escenciales y determinamos tres escalas de aproximación: a 15 minutos caminando (600 metros), a 15 minutos en bicicleta (1200 metros) y una tercera escala para servicios urbanos que no necesitan estar en los barrios pero tampoco pueden estar muy lejos de ellos. A modo de síntesis, nuestros hallazgos indican que los bienes públicos provistos por el Estado están, en general, muy bien distribuidos en la ciudad y un empujoncito podría lograr una cobertura completa para el área metropolitana de Santiago. En este grupo de funciones urbanas escenciales incluímos áreas verdes, paradas de bus, espacios deportivos, ferias libres, colegios, CESFAM, centros médicos, canchas, espacios de culto. No obstante, según nuestro análisis, los elementos más relevantes para la ciudad de 15 minutos coinciden con aquellos provistos por el mercado en base a ley de oferta y demanda; es decir, propenden a ubicarse en zonas urbanas consolidadas y no aportan a generar una ciudad equitativamente distribuida. Estas funciones son pricipalmente farmacias, librerías, supermercados y bancos.
A nuestro entender, esta disímil relación de distribución de funciones en la ciudad necesita ser enmendada con nuevas herramientas de planificación de uso de suelos para que en aquellos sectores donde el mercado no quiere llegar, el Estado a través de los gobiernos locales genere dichas funciones con organizaciones de base y proyectos comunitarios, tal como ocurre ya en muchas municipalidades del país.
Los resultados del estudio han llamado la atención de diferentes actores relevantes en Chile. En esta entrada, compartimos y organizamos diferentes partes donde hemos podido compartir ideas sobre estas posibilidades.